Por Chileokulto
Con mi cámara de tantas marchas vividas y comenzando a caminar se divisaba aquel elegante canino, con un caminar digno de un gran personaje, un pañuelo al cuello lo hacía único y respetable.
Muchas veces lo vi en la calle, como danzando con el chorro del carro lanzaguas, su agilidad y desplante intimidaba a la policía, el audaz negro azabache era dueño y defensor de su territorio.
Acompañaba a la multitud, como un sabio luchador de “primera linea”, su coraje deslumbraba a tod@s, avanzaba como un rayo, tal como su rostro desafiaba al opresor.
Callejero, pero se le veía a menudo por los interiores de la Usach, recibía cariño y alimento de los estudiantes que le brindaron una cómoda casa para el, lo fotografiaban y él no se inmutaba, dueño y señor con carisma se ganó el respeto de gente, que aún lo recuerdan y lo hacen parte de una lucha que se lleva a cabo en Chile… El Negro Matapacos es leyenda, ya no está, pero revive entre consignas en las calles del Gran Santiago.
Su vida fue agitada, pero lo más importante, el pueblo chileno, agradece su lealtad, su estirpe, su gracia de luchar en cada marcha, dando sus locas carreras, para ser parte de este Chileokulto que lo recuerda con nostalgia porque cumplió su labor con creces.
Gracias por tu compañía valiente Negro Matapacos.
Nuestro héroe perruno, siempre luchó junto a nuestros estudiantes. Nuestro Negrito Matapacos es un ícono de toda lucha social. Todos los chilenos pensantes lo respetamos, lo amamos, es nuestro símbolo de lucha y ya es internacional. Le tienen tanto miedo que primero lo pintaron y posteriormente lo quemaron, pero renace con más fuerza. Sigue vivo en nuestros corazones.