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[Columna de opinión] “Distopía”: La sociedad imaginaria bajo el poder totalitario de Piñera. Por Pedro Luis González. (Abogado)

Distopía

Por: Pedro Luis González. Abogado

Distopía es la palabra que más se asemeja a lo que estamos viviendo. Sebastián Piñera
es la cara más visible del capitalismo voraz, un sistema económico carente de moral y
que solo premia al más fuerte o en este caso al más astuto. El mandatario y su ex
ministro de salud Mañalich en medio de la tragedia sacaban el pecho pletóricamente gritando a los cuatro vientos que habían aplanado la curva, que habían vencido el brote
y entonces el alcalde de las Condes desde la comodidad que lo rodea abrió el
Apumanque, para la ya tan citada reactivación económica, lo cual escasos días después
causo un aumento desmesurado del mortal el virus en la comuna que él administra.

Los dirigentes políticos y económicos han hecho todo lo posible para asegurar sus
colosales fortunas, las AFP han descontado millones enteros a sus afiliados,
sumiéndoles aún más en la miseria, desmoronando pedazo por pedazo la ya infame e
ínfima jubilación. La mal llamada ley de protección del empleo ha arrojado a las calles a
cientos de miles de trabajadores, las Isapres haciendo su agosto con los millares de
enfermos y las farmacéuticas aprovechando este regalo que les cayó del cielo chino.


Aunado a ello el coronavirus ha causado dentro de la población tanto estragos a nivel
físico como espiritual, los hogares se desgarran por el sufrido encierro, madres
agredidas por sus esposos, el descontrol y la anarquía se toman las conciencias de las
gentes que dentro del agobio buscan redimir sus afugias en el alcohol y fiestas
clandestinas.

Todo esto como resultado del escaso apoyo por parte del estado, el cual
sume en el total abandono a sus ciudadanos, obligan al pueblo a permanecer en cuatro
paredes cual alcatraz, pero que no les garantizan el sustento mínimo para contener el
temblor que causa el hambre en los estómagos de sus hijos e hijas, mientras ellos, los
dirigentes se refocilan en sus opulencias, sin empatía alguna dictan leyes y decretos para
que en medio de la peste proteger sus emporios, “la estabilidad financiera y reactivar el
mercado” le dicen.

George Orwell, tal vez el autor de la mayor distopía “1984” no se hubiera imaginado el
gran hermano que hoy gobierna Chile, no se le pasaría por la cabeza como un dirigente
democráticamente electo se comportara como un autócrata sin empatía, una cara pálida
carente de emociones, gobernando cual emperador su reino, sin escuchar a nada ni a
nadie adulándose el mismo, sentado en el escritorio presidencial donde manda sus
leoninos proyectos de ley al congreso. El encarna la peor distopia que ha vivido chile
dentro de esta pandemia: la del capital.

Hace bastante tiempo que la contemporaneidad se mostraba próxima a los universos antojadizos que habían delineado algunos de los clásicos de la ciencia ficción, pese a que todavía no había hecho su aparición el virus que hoy mantiene en vilo al planeta y plantea la encrucijada entre la doctrina de los países asiáticos que apelan con eficacia a la vigilancia digital para combatirlo y el modelo occidental que se resiste a sacrificar las libertades individuales en la lucha contra la pandemia.

¿Cómo se reformulan los alcances de la ciencia ficción bajo esta realidad atravesada por la pandemia y sus derivaciones? “Si tuviera que arriesgar diría que la ciencia ficción se va a hacer más realista porque la realidad se parece más a la ciencia ficción que al realismo que la cultura literaria viene naturalizando desde hace sesenta años”

Pedro Luis González.