Pese a que la atención primaria no debería tener camas ni personas por más de seis horas, varias comunas han abierto cupos de internación con recursos propios.
Hace dos meses que la Municipalidad de La Granja empezó a preparar sus centros de atención primaria. El alcalde, Felipe Delpin, mandató a su equipo de salud para armar una red de prehospitalización que empezó a funcionar hace un mes.
El director de Urgencia de La Granja, Walter Macías, cuenta que para montarlo tuvieron que contratar a casi 100 personas, todas con experiencia hospitalaria. A la fecha, el municipio cuenta con 100 camas, de las cuales 50 están disponibles para ser utilizadas de inmediato y distribuidas en tres consultorios. “Son pacientes que están esperando por un cupo en los hospitales. Nosotros tenemos una comunicación directa con el jefe de la Urgencia del Hospital Padre Hurtado. Le entregamos los pacientes y vamos coordinando las llegadas para que sean derivaciones seguras”, dice Macías.
Todo ha sido costeado por el municipio. Han tenido problemas con la alimentación, por lo que piden a los familiares que aporten con esas comidas, y el municipio entrega la cena. Hasta la fecha han atendido a 100 pacientes con Covid-19. Y algunos de ellos han estado hospitalizados ocho días.
Este sistema ha encontrado detractores en la Confederación de Trabajadores de la Salud Municipal (Confusam), debido a que la atención primaria, enfatizan, no cuenta con los recursos para hospitalizar pacientes. Sin embargo, Delpin defiende la idea.
No queríamos. A ningún alcalde le gusta tener camas de prehospitalización, pero si no lo hacemos, nuestros vecinos van a morir ahogados en su casa por falta de oxígeno. Esto es lo que viene y se va a instalar en todas las comunas, porque los hospitales no están aguantando más.
Felipe Delpin, alcalde de La Granja
En Puente Alto también se prepararon con tiempo. La directora de Salud, Daniela Torres, cuenta que en febrero el alcalde, Germán Codina, manifestó la necesidad de montar una estructura que permitiera internar pacientes en caso de que su hospital de referencia, el Sótero del Río, no diera abasto. Actualmente, Puente Alto tiene 91 camillas de prehospitalización en siete centros de salud, lo cual implicó contratar a cerca de 60 funcionarios. Algunos han estado una semana entera esperando un cupo hospitalario y, en días peak, han llegado a tener 83 pacientes.