El mencionado medicamento ha sido utilizado como bioterapia experimental para la infección por covid-19.
No es una “vacuna milagrosa”, sino un antiviral efectivo. Tuvo éxito en China en tratamiento de pacientes.
Se trata del Interferón Alfa 2B, un antiviral fabricado por los cubanos y que se usó con efectividad en China en pacientes afectados por el coronavirus (COVID-19). No es una “vacuna milagrosa” como se quiso establecer, sino que sirve para fortalecer el organismo de las personas. Es el medicamento que traerá al país el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue. Hay más municipalidades interesadas, lo que beneficiaría a miles de personas.
En entrevista, el embajador de Cuba en Chile, Jorge Lamadrid Mascaró, dijo que el interferón está disponible en la isla de manera inmediata y reveló detalles del producto que se usa en ese país hace 30 años. Contó que existe una fábrica chino-cubano donde se fabrica y que fue uno de los medicamentos llevados a Italia para tratar pacientes.
¿De qué se trata este medicamento cubano del que se comenzó a hablar a propósito del coronavirus?
El uso de este antiviral, de este medicamento cubano, Interferón Alfa 2B -ése es el nombre científico- en el enfrentamiento a la epidemia del coronavirus en el caso de China, trajo a la luz su presencia. Comienzan entonces distintas opiniones, y comienza un debate de si el medicamento es una contribución ante el virus. Interesa que la verdad y la realidad sean las que prevalezcan. Aparecieron informaciones que no son fidedignas, que no son reales. Las redes sociales tienen muchas virtudes pero también incorporan elementos que no son reales.
¿Este medicamento combate el virus o ayuda a enfrentarlo?
De las informaciones que se difundieron, se decía que era la “vacuna cubana” contra el COVID-19, que era “milagrosa”, que cura infaliblemente el coronavirus. No es así. Nada de eso se apega a la verdad. Este es un antiviral que tiene un tremendo prestigio de utilización en Cuba durante 30 años, y que también se ha utilizado eficazmente, antes de esta pandemia, en otra decena de países. O sea, si un interlocutor entrevistado por medios chilenos o de otros países, dice que la vacuna -que no es una vacuna, eso no es cierto, Cuba nunca ha dicho que es una vacuna- no ha sido probada adecuadamente, exhaustivamente, y que por ende despierta esperanzas infundadas en la población, no está diciendo la verdad. Es una falacia. Si se dice todo ello porque comunas o entidades chilenas, entre una veintena de países, están interesadas en el medicamento, y gestionando su uso en el caso de Chile, no se apega a la verdad. Que no se quiera reconocer el potencial médico que ha desarrollado la Cuba pequeña, subdesarrollada y bloqueada, es una cosa, pero desconocer los avances, es otra cosa.
La Universidad de Concepción y la Asociación Chilena de Farmacias Populares (Achifarp) firmaron un importante convenio de colaboración. Esto, con el objetivo de establecer una asociación estratégica entre ambas instituciones para el desarrollo de soluciones y productos de I+D en materia de salud.
Este importante acuerdo, se da en el contexto de la grave pandemia por coronavirus que afecta al mundo entero. Y la necesidad de encontrar herramientas para su prevención y tratamiento. En una primera etapa, esta alianza busca estudiar la seguridad y eficacia del Interferón Alfa 2b Humano Recombinante. El que ha sido utilizado como bioterapia experimental para la infección por covid-19. Y según señalan desde las organizaciones mencionadas “proporciona una acción protectora frente al contagio de esta enfermedad, tal como confirman diversas aplicaciones registradas en la literatura científica disponible”.
CONVENIO PARA TRABAJAR CON EL INTERFERÓN
El convenio señala que “la Universidad de Concepción ha avanzado en el desarrollo de un Interferón Alfa 2b Humano Recombinante (IFNa2b)”, y en el marco de este acuerdo se desplegarán esfuerzos conjuntos para cumplir la regulación de medicamentos vigente en Chile. Y así, “demostrar la seguridad y eficacia del producto, de manera que se pueda avanzar desde la fase de producción piloto a la implementación de proceso de producción en una forma farmacéutica”.
En un primer hito se concretará el proceso de producción. Posteriormente, se avanzará en los ensayos de seguridad y eficacia, cumpliendo a cabalidad la regulación nacional vigente.
PRIMERAS DOSIS SE PROBARÁN EN RECOLETA
Las primeras dosis podrán ser evaluadas o distribuidas, en las comunas de Rauco, Macul, Calera, Renaico, Canela y Recoleta. Para el Rector de la Universidad de Concepción, Carlos Saavedra Rubilar, este convenio “nos permitirá establecer una asociación estratégica con Achifarp basados en la capacidad de investigación y desarrollo nuestra Universidad, especialmente de las Ciencias Biológicas. En esta oportunidad, orientaremos esas capacidades para estudiar el uso del interferón alfa-2b para fortalecer el sistema inmunológico de las personas como terapia experimental para COVID19. Esperamos extender en un futuro cercano este convenio al ámbito farmacéutico”.
Por su parte, el alcalde de Recoleta y presidente de Achifarp, Daniel Jadue, manifestó que “es necesario contar con herramientas que permitan enfrentar esta pandemia, lo que ha generado que los municipios asuman un rol protagónico y como consecuencia se genera el hecho histórico de iniciar un desafío en I+D con esta prestigiosa Universidad”.