En muchas redes sociales hay relatos de como los y las trabajadores de la salud, viven y se encariñan con sus pacientes, muchas veces con gran éxito, pero otras con un dolor que les cuesta asimilar, despues de todo hay vinculo de afecto que se crea.
Este testimonio es extraido de Instagram bajo la cuenta @yovivoensanbernardo (Alvaro Rubén), enfermero de profesión, que le tocó este caso.
Testimonio integro
Cómo saben de profesión soy enfermero y creador de este rincón. Y les voy a contar una historia de una paciente que tuve para que tomen un poco de conciencia.
Su nombre era Rosa, paciente de 52 años de edad, alegre por la vida y con todas las ganas de vivir. Había sido operada por un derrame pleural, estaba evolucionando bien y de pronto comenzó con fiebre, a desaturar y se le tomo un tac dónde habían altas sospechas de CoVid19 lo cual finalmente se confirmó con una pcr positiva.
El día sábado, en una conversación con los médicos y sus familiares, se comunicó la orden de no reanimar y de no intubar, decision que fue tomada por la misma Rosita, ya que sabía que estaba fuera de rango terapéutico.
Y así durante todo el día sábado el virus comenzó a consumir sus pulmones de a poco, se suspendió todo su tratamiento habitual, solo se dejó con morfina y mascarilla para que pudiera respirar hasta que sus pulmones no dieran más.
Durante la noche del día sábado al domingo deje entrar a sus familiares para que pudieran verla fuera de la unidad (Para que no se contagiarán) y se despidieran de ella, le pasé el tratamiento indicado de las 7 de la mañana, le hice cariño en su pelo y pedí a Dios que se la llevará para que dejará de sufrir.
Como una vela se apagó y su última palabra hacia mí fue “gracias”.
Rosita el día domingo falleció.
Destruido anímicamente, hice todo lo que pude y Rosita se fue de nuestro lado.
La he llorado porque soy humano y cuento esta historia para que la gente que aún no toma conciencia lo haga, que esto no es un juego.
El personal hace todo lo posible y haciendo turnos de 24 hrs; tens, auxiliares, enfermeros, médicos y muchos también han caído porque lamentablemente hay pacientes asintomáticos pero que pueden contagiar.
Cuidense, esa es la medida más grande para esto.
Gracias
Álvaro Rubén, Enfermero clínico.
Agradecemos como medio a Álvaro, poder difundir su historia.