Alberto Espina firmó el decreto donde se establece la expulsión de Rafael Harvey, quien en 2015 denuncio el cobro indebido de indumentaria militar
El ministro de Defensa, Alberto Espina, decretó el retiro absoluto del capitán de Ejercito Rafael Harvey Valdés, quien se hizo conocido por denunciar hechos de corrupción al interior de la institución castrense.
Para dictar el decreto, el ministerio realizó un análisis jurídico y revisó las listas de retiro donde fue incluido Harvey. Según el documento, que dio a conocer radio Bío Bío, la decisión no fue arbitraria. También se tomaron en cuenta los recursos judiciales que presentó el militar en distintos tribunales.https://tpc.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html?n=0
Otro punto para determinar la expulsión, fue la calificación del capitán, que era 4, considerada deficiente, por lo que conforme a la ley, implica ser eliminado del servicio. Además, como Harvey había agotado los recursos judiciales, su retiro podía ser cursado.
¿Qué denunció Harvey? En 2015, el capitán presentó una denuncia en contra de varios oficiales superiores del Regimiento de Tacna por cobro indebido de indumentaria militar a soldados conscriptos de bajos recursos. Por la denuncia, Harvey fue condenado por sedición dentro de la institución castrense, lo que lo llevó a estar en prisión preventiva en una unidad militar.
La historia militar del capitán Harvey
Denuncias y presentaciones
Rodeado siempre de militares, a Rafael Harvey jamás se le pasó por su cabeza que se le atribuiría la filtración de información que hoy tiene al Ejército, y a su principal hombre, sumidos en una crisis.
El hoy capitán, de 38 años, ingresó a la Escuela Militar en 1997, egresó en 2000 como oficial instructor intérprete y, además, juró como abogado en abril de 2016. Es padre de dos niñas de 1 y 3 años, ha señalado que no se identifica con ningún partido político y entre las unidades que integró se encuentra la denominada División de Doctrina.
Ahí, dicen sus cercanos, trabajó en las Tablas de Organización y Equipo de las Unidades Ejército (TOE), donde se manejan algunos de los documentos más sensibles que se guardan en el Ejército.
Fue a partir de 2015 -como se desprende de sus recursos en tribunales- que sus acciones comenzaron a llamar la atención del Alto Mando, pues ese año, cuando se desempeñaba en el Regimiento Tacna, denunció un acto “reñido con lo correcto, con la ley y con la ética” que involucraba a efectivos en ejercicio.
Denunciar situaciones supuestamente irregulares de parte de sus superiores, según Harvey, es lo que lo tendría al borde de pasar a retiro.Acusado de sedición
Fue en 2016 cuando ocurrió uno de los hitos de la pugna de Harvey con el Ejército. Ese año, el capitán logró que, por unanimidad, el pleno de la Corte Suprema autorizara -aplicando la presunción de inocencia- su juramento como abogado, pese a que se encontraba procesado por el delito más grave que contempla el Código de Justicia Militar: sedición.
Ese año, el máximo tribunal también declaró como ilegal la acción de la Junta de Apelaciones del Ejército en que oficializaba el pase del capitán al escalafón de complemento de la institución. Y en 2017, fue el Ministerio de Defensa quien denegó la firma de su retiro.
Pero lo cierto es que sus declaraciones han ido más allá que su caso personal.
En sus acciones, Harvey define sus denuncias como actos “heroicos”, considerando que serían pocos los que se atreven y asegurando que en la institución que integra hay una verdadera “red de protección a la corrupción”.
“No asumen el riesgo de denunciar por conducto regular, actitud del todo entendible al ver las consecuencias que tienen los militares que denuncien algún hecho de corrupción”, manifestó en un informe dirigido a la Junta de Apelaciones de Oficiales Jefes y Superiores.
La disputa está siendo analizada por la Corte de Apelaciones, luego de que Harvey presentara un recurso de protección en contra de la junta que definió pasarlo a retiro. Y su caso también llegó al Congreso. A fines de octubre, el diputado Jorge Brito (RD) presentó la denominada “Ley Capitán Rafael Harvey”, que, según señaló el parlamentario, busca proteger a aquellos uniformados que denuncien casos de corrupción al interior de las Fuerzas Armadas.
Desde el Ejército niegan tajantemente cualquier irregularidad en el caso, insistiendo, en reiteradas ocasiones, que todas las resoluciones que se han dictado en relación al mencionado capitán, sus anotaciones, paso al escalafón de complemento y llamado a retiro, se ajustan a la normativa y responden a hechos que estarían contenidos en su hoja de vida.
En todo caso, ha trascendido que a Harvey se le habría confirmado su salida, por lo que mañana entregaría el cargo que ocupa en la sección “Estándares de Preparación” de la División Doctrina, y su uniforme.
Aun con la dura postura que tiene respecto de la entidad, sus cercanos comentan que él sigue creyendo que el Ejército de Chile es una institución “noble” y que, en caso de “salir” quienes buscan perpetrar la cultura del secretismo y la impunidad, podría reestructurarse. Algo que explica que ya esté evaluando los pasos que seguirá en caso de que se confirme su paso a retiro de la institución.