Chadwick pone en duda realización del plebiscito y llama a estudiar un “plan B”
El exministro del Interior, destituido en diciembre tras aprobarse una acusación constitucional en su contra por su rol en el estallido social, reapareció en un encuentro con dirigentes políticos organizado por el Instituto Libertad y Desarrollo.Sábado, 25 de Abril de 2020135
El exministro del Interior, Andrés Chadwick, destituido en diciembre tras aprobarse una acusación constitucional en su contra por su rol en el estallido social, fue el único orador de un encuentro con dirigentes políticos organizado por el Instituto Libertad y Desarrollo (LyD).
Según consigna el diario La Tercera, Chadwick abordó el manejo del gobierno en la crisis sanitaria, pero también el plebiscito constitucional que debía llevarse a cabo este domingo 26 de abril, pero que se postergó para octubre ante la situación sanitaria.
Sobre esto último, Chadwick -imposibilitado de ejercer cargos públicos por cinco años- puso en duda que el referéndum se pueda realizar en octubre, por lo que llamó a estudiar “un plan B”.
El evento fue definido como de carácter privado, y al inicio del mismo Chadwick pidió mantenerlo en reserva. Pero fue presenciado por cerca de 60 personas, unas 50 de las cuales se conectaron remotamente. El único orador estuvo físicamente presente en una mesa que compartió con representantes de LyD, pero también con gente de su estrecha confianza política.
Una de ellas era la exministra Marcela Cubillos, hoy directora ejecutiva de LyD. También se sentaron en la amplia mesa Bettina Horst, subdirectora de Políticas Públicas, y Natalia González, subdirectora de Asuntos Jurídicos. Junto a Chadwick estuvo además la exministra de la Mujer, Isabel Plá. El resto de los asistentes presenciales eran Roberto Munita, Andrés Dockendörff y Constanza Castillo, ex coordinadora de Estudios de la Segpres y desde hace poco jefa de gabinete del nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Diego Paulsen.
Chadwick entró al asunto del plebiscito constitucional aún pendiente -reprogramado para el 25 de octubre- en la segunda parte de su presentación, al contestar preguntas de los asistentes virtuales y presentes.
Fue la ronda de preguntas la que activó la tesis de Chadwick sobre posponer el referéndum. “Esta es la papa caliente del escenario político del futuro”, abrió, aclarando que su “opinión personal es que nuestra actual Constitución requiere de modificaciones, de modernización. Estoy convencido que sí. Y es necesario hacerla”.
Incluso afirmó que “esta propia crisis nos va a dar luces sobre modificaciones constitucionales que no habíamos previsto: estados de emergencia, de excepción constitucional, pasan a ser situaciones relevantes en temas constitucionales nuevos que van emergiendo”.
Y de inmediato, argumentó que “el plebiscito del 25 de octubre se tiene que determinar si se hace o no se hace por razones estrictamente sanitarias. Lo que sí tengo es una preocupación sobre cómo los distintos países están cambiando sus calendarios electorales. Es una cosa práctica, no ideológica”.
Sin interrupciones, planteó que “una probabilidad que puede estar sobre la mesa es que por razones sanitarias exista una probabilidad cierta que en esa fecha no podamos tener plebiscito. Las campañas se inician en sesenta días, estamos hablando de agosto. Es una posibilidad cierta”.
Además, hizo ver que a contar de octubre y hasta el próximo año se acumularán siete elecciones “entre primarias y de autoridades, un calendario electoral tremendamente poco adecuado a la situación que vamos a vivir”.
“Pero” -y aquí entró al fondo- “me preocupa que es como un tema tabú”, porque “todos saben que esta probabilidad existe, pero como que nadie se atreve a hablar del tema, porque se puede pensar que uno no quiere, y no. Si lo que uno quiere es que ante la eventualidad cierta que sea imposible hacer un plebiscito, que exista un Plan B conversado con anticipación. No a última hora, no hasta las 3 de la mañana, no como una improvisación que después hay que cambiar de norma porque se equivocaron -porque a las 3 de la mañana uno se equivoca-, sino que bien elaborado”.
Chadwick planteó esto “para efectos de que si las disposiciones sanitarias dicen, fundadamente, que no se puede hacer, ya esté preparada una alternativa que nos permita ir a un proceso constituyente y a un cambio constitucional de esta otra forma, por este otro camino más ajustado y adecuado a las razones sanitarias y a la situación que va a estar viviendo el país”.
Insistió que este “Plan B es para dar certezas, para dar seguridades que son tan importantes, porque de lo contrario, nuevamente vamos a estar a última hora”. Porque, “¿vamos a tener condiciones sanitarias para hacer campaña?” la que, reiteró, debiera empezar en 60 días más.
Pero el invitado fue más allá. Cuando contestó otra pregunta, una que le hizo Arturo Fermandois (ex embajador en Estados Unidos durante el primer gobierno de Piñera), aprovechó de jugársela con un pronóstico: que la contienda constitucional, al estar marcada por el virus, podría redibujarse y dejar opacadas a posiciones “extremas”, permitiendo un debate con más “moderación”.
“Siento que el debate constitucional se va a dar en un ambiente político y social distinto”, lanzó, arguyendo -a su juicio- que las demandas sociales “del año pasado estaban marcadas por demandas de sectores medios, en un país que iba en un proceso de desarrollo”. En cambio, “el próximo debate constitucional, creo, lo vamos a enfrentar con demandas y expectativas sociales en un país más pobre, donde las demandas más básicas sociales van a ser prioritarias”.
Según dijo, estarán “muy determinadas por el empleo, por condiciones y dignidad del empleo e ingresos”.
Ahí fue cuando dijo que “eso mismo nos puede llevar a un debate constitucional donde las posiciones maximalistas o más extremas pueden quedar siendo minoritarias”, sentenció Chadwick. Y que eso “concite un mayor consenso, con planteamientos más moderados, más ponderados. ¿Difícil? Sin duda”.
Pero en ese pasaje advirtió que todo depende de que se mantenga equilibrio entre el eje de la salud y la economía. Porque de lo contrario, “tenemos un riesgo de que se nos pueda producir una situación económica tan extrema o una situación de riesgo para la salud, que nos cambie completamente el cuadro”. Y que “tengamos una explosión social por situaciones económicas de falta de ingresos”.
“Estamos caminando sobre fuego ardiente”, subrayó. Insistió en que la “ecuación” es “delicada” para el gobierno. Pero que “si se logra generar esto, se puede ir introduciendo una tendencia en los efectos de esta crisis” que lleve “a posturas de mayor moderación”.
Por lo mismo, afirmó “en el evento que haya que postergar el plebiscito, requiere consenso”.
Gobierno y manejo sanitario
Su diagnóstico fue más severo en lo que toca al Gobierno. Aunque dijo que el manejo sanitario ha estado bien e incluso el ministro de Salud, Jaime Mañalich -pese a sus polémicas- “ha tenido una labor gigante, gigantesca”, detalló que La Moneda enfrenta peligros que requieren de un manejo delicado.
Parte de eso tiene que ver con la “ecuación extraordinariamente compleja” que mencionó varias veces en alusión al control sanitario y las medidas “para evitar un desastre económico y social”.
En ese punto se refirió al concepto de “nueva normalidad”, el que -dijo- está “bien enfocado”, pero “siempre y cuando se transmita sobre la base” de que es gradual, no inmediato; de que lo “prioritario siempre es la salud”, y no perder de vista que en todo esto se lidia con “el temor”.
Ahí Chadwick mencionó “un par de tips” para evitar errores graves en este manejo de crisis. El que más repitió es uno que históricamente le ha pasado la cuenta a este gobierno: “No generar expectativas”, dijo reiteradamente, insistiendo en que “estamos en una situación de obvio riesgo en que puede fallar”.
Eso, porque “cualquier cambio” en esa línea puede perjudicar al gobierno. Por eso llamó a “no apurarse” dado que “esto es muy complejo y estamos en una línea muy sutil”.
“No apurarse es una actitud que es una buena compañera para mantener el respeto a la autoridad”, reiteró, y pidió tener “cuidado con generar un ambiente de normalidad”.
En dicho punto, Chadwick sentenció enérgicamente que el manejo de esta crisis debe ser la única prioridad de La Moneda: “No veo otra tarea, otra misión, para el gobierno del Presidente Piñera”. Y dijo que “espero que así lo entienda”. Tanto así, que sentenció que “por eso va a ser juzgado y evaluado históricamente este gobierno”.
“La oposición no ha encontrado un discurso, y el expresidente Lagos lo dijo en forma descarnada”, afirmó. Además remarcó que hoy ve “un escenario de mayor ponderación, mayor moderación, mayor realismo, de mayor respeto a la autoridad y mayores condiciones para una estabilidad y gobernabilidad”.